EL BÚHO, MATAR...PLACER DE LOS DIOSES
Capítulo 10 Imanol se paseaba con impaciencia, actitud impropia en él, por el suntuoso salón comedor. Había fijado para las cinco de la tarde la hora del encuentro con Bravo Murillo y éste aún no aparecía. _ ¿Dónde rayos se habrá metido ese imbécil? _ explotó golpeando el puño sobre la mesa ya dispuesta con una exquisita merienda. Los delicados platos de porcelana, como ágiles saltimbanquis, volaron por los aires desparramando sobre la alfombra persa las distintas confituras que con gran esmero había preparado la cocinera aquella mañana. La jarra de leche se tambaleó sin llegar a derramarse. Talibah, al escuchar el alboroto, se apresuró a averiguar que ocurría. _ ¿A qué se debe tanto nerviosismo? _ preguntó mientras acomodaba el desastre provocado por Imanol. _ No estoy nervioso _ ofuscado se plantó frente al ventanal que daba a la entrada del palacio. El torso erguido, las manos entrelazadas en la espalda y la vista fija en el sendero por el que llegaría su invitado. Talibah pr